“El comienzo es aún. El comienzo no queda atrás: nos precede.”
— Martin Heidegger, Beiträge zur Philosophie (Vom Ereignis)
“No deliberamos acerca de lo que no puede ser de otro modo.”
— Aristóteles, Ética a Nicómaco VI, 1139a
Resumen
Esta entrada examina la homología estructural entre el Libro VI de la Ética a Nicómaco de Aristóteles y la analítica existencial de Ser y tiempo de Martin Heidegger, tomando como eje interpretativo la lectura de Franco Volpi. Se argumenta que ambos autores comparten una estructura triádica de acceso al mundo —saber teórico, saber productivo y saber práctico— aunque inscrita en horizontes ontológicos distintos: teleología naturalista en Aristóteles y finitud existencial en Heidegger. El análisis muestra cómo Heidegger des-eticiza la phronesis aristotélica y la convierte en categoría ontológica fundamental, constitutiva del cuidado (Sorge) y de la resolución (Entschlossenheit) del Dasein.
1. Aristóteles: saber teórico, saber productivo, saber práctico
En el Libro VI de la Ética a Nicómaco, Aristóteles distingue tres modos fundamentales de verdad:
- La epistéme, conocimiento demostrativo de lo necesario y universal, que versa sobre lo que no puede ser de otro modo (ÉN VI, 1139b18–31).
- La téchne, definida como “recta razón respecto de lo factible” (orthòs lógos poietikón), orientada a la producción de lo que no estaba ahí (ÉN VI, 1140a10–20).
- La phronesis, o prudencia, entendida como capacidad de deliberar rectamente sobre lo conveniente en situaciones contingentes, con vistas a la vida buena (eudaimonía) (ÉN VI, 1140b20–1141b8).
Estos tres modos no se superponen, sino que expresan diferentes formas de verdad. La prudencia ocupa un lugar central porque no aplica principios abstractos a la acción, sino que discierne lo particular atendiendo al kairós.
2. Heidegger: tematización, trato circunspectivo, resolución
En Ser y tiempo (1927), Heidegger despliega una triple articulación de la relación del Dasein con el mundo:
- La tematización teórica (Vorhandenheit) constituye el acceso al ente como objeto presente, susceptible de descripción científica (§69).
- El trato circunspectivo (Zuhandenheit) es el modo originario en que el Dasein se encuentra con el mundo como red de referencias y útiles (§15).
- La resolución (Entschlossenheit) es la toma de posición existencial por la que el Dasein asume su facticidad y se apropia de su ser en la anticipación de la muerte (§62).
Heidegger invierte así la jerarquía tradicional: la teoría se deriva del trato práctico, y la clave de la autenticidad reside en la decisión existencial.
3. Franco Volpi: de la ética a la ontología
Franco Volpi ha mostrado cómo Heidegger encuentra en Aristóteles —y en particular en la phronesis— el núcleo originario de su hermenéutica de la facticidad. Según Volpi, lo que en Aristóteles es virtud ética, en Heidegger se convierte en categoría ontológica:
“La hermenéutica de la facticidad heideggeriana encuentra en la prudencia aristotélica su núcleo originario” (Volpi 1996, 58).
Heidegger “ontologiza” la prudencia. La deliberación orientada al bien vivir se transforma en resolución finita. La eudaimonía se sustituye por la autenticidad; el bien, por la verdad como desocultamiento (alétheia).
4. Temporalidad y comunidad
La phronesis aristotélica es inseparable de la temporalidad: delibera sobre lo que “puede ser de otro modo” (ÉN VI, 1140a25). Heidegger radicaliza este punto: la existencia es temporalidad proyectada hacia el futuro, heredera de un pasado actuante en un presente.
Además, en Aristóteles la prudencia se prolonga en la phronesis politiké: no hay vida buena sin la polis. En Heidegger, el Dasein es siempre Mitsein, ser-con-otros, aunque sin referencia a un orden teleológico sino como estructura ontológica previa.
5. Divergencias esenciales
La homología estructural no oculta las diferencias:
- Horizonte teleológico: en Aristóteles, los tres saberes se ordenan al cumplimiento de la naturaleza humana cuyo fin último es la vida contemplativa.
- Horizonte existencial: en Heidegger, no hay telos natural, sino apertura a la finitud. La resolución no busca la plenitud, sino la apropiación de la existencia en su contingencia.
Volpi lo sintetiza: Aristóteles describe el obrar en términos de bien, Heidegger en términos de verdad como desocultamiento. La forma triádica permanece, pero el contenido se invierte.
Conclusión
El Libro VI de la Ética a Nicómaco y Ser y tiempo comparten una estructura triádica de relación con el mundo. Aristóteles la formula en clave ética y teleológica; Heidegger la reinterpreta en clave ontológica y existencial.
La originalidad de Heidegger consiste en haber leído a Aristóteles como fenomenólogo de la praxis y en haber convertido la prudencia en condición ontológica de la existencia. El resultado es un pensamiento que conserva la forma aristotélica pero la desplaza de la perfección natural al horizonte de la finitud.
Bibliografía
- Aristóteles. Ética a Nicómaco. Ed. y trad. Julio Pallí Bonet. Madrid: Gredos, 1985.
- Heidegger, Martin. Ser y tiempo. Trad. Jorge Eduardo Rivera. Madrid: Trotta, 2003.
- Volpi, Franco. Heidegger e Aristotele. Padova: Antenore, 1984.
- Volpi, Franco. “Dalla phronesis all’Entschlossenheit: Aristotele e Heidegger.” En Heidegger e Aristotele, 45–78. Padova: Antenore, 1984.
- Volpi, Franco. La rinascita della filosofia pratica. L’etica contemporanea tra neoaristotelismo e neokantismo. Roma-Bari: Laterza, 1996.
- Zabala, Santiago. La hermenéutica de la facticidad: Heidegger, la ética y la política. Barcelona: Herder, 2003.
Rferdia
Filósofo de formación, escritor por necesidad y ciclista por amor a la pendiente. Escribo desde una tensión que no cesa de reaparecer: cómo resistir desde la forma, cómo sostener sentido cuando el mundo se fractura. En el corazón de mi trabajo —articulado a través del dispositivo hermenéutico ZIA— habita la idea del deporte como Weltstammräumung: gesto que despeja, cuerpo que restituye, escritura que no huye.
(Neologismo de raíz alemana que alude al acto de desalojar el ruido del mundo para recuperar un espacio originario donde la forma aún tiene sentido.)
Let`s be careful out there