El libro es una criatura frágil. Sufre el paso del tiempo, el acoso de los roedores y las manos torpes, así que el bibliotecario protege los libros no sólo contra el género humano sino también contra la naturaleza, dedicando su vida a esta guerra contra las fuerzas del olvido.”
Umberto Eco
Leer es entrar y salir de uno mismo, leer es escuchar y hablar, leer ensancha y profundiza nuestra experiencia, leer nos eleva y cura nuestras heridas: es terapéutico.
La lectura es una tarea compleja, contradictoria y gradual que evita convertirnos en presas prematuras de una muerte inevitable. Los libros son veneros inagotables de desmesuradas esperanzas, tensores desencadenantes de pasiones sin fin, símbolos de una realidad que nos intriga, guías que nos orientan en la búsqueda de nuestra identidad…en fin son todo esto además de tantas otras cosas. Pura felicidad.
Así, el origen de la palabra texto es de por si fascinante: procede de textus que significa tejido, trama, entrelazo: ¡menudas tres palabras!. En Quintiliano, ya aparece empleado en el sentido figurado y referido al ámbito de las letras. Quintiliano subraya el poder encantador del discurso y afirma que el valor de las palabras varía según qua compositione…in textu iungator. Es decir, un texto es una curva femenina esperando una caricia ( esto lo digo yo, claro).
Pero para leer es necesario, en primer lugar, descifrar el significado de las palabras de una lengua y los sentidos precisos que adquieren en un texto concreto; en segundo lugar, colocar el texto en un contexto lingüístico, o sea: en un paisaje determinado, en un momento concreto de la historia, en un nivel social y económico, en una corriente ideológica y en una concepción estética; y por último, pero no por ello menos importante, leer es analizar el pasaje en cuestión : descomponerlo, distinguir ámbitos y unidades , es decir, examinar la función estética y la eficacia expresiva de sus procedimientos, recursos y mecanismos.
Además de esto, leer es todo lo contrario a la incapacidad fomentada desde las aulas de enfrentar los problemas cotidianos creando soluciones propias prefiriendo ponerse bajo el alero de una autoridad que garantice seguridad, renunciando de paso a la propia identidad y autonomía; leer es oponerse a la transigencia pueril con el desánimo y la pereza anidados en unos jóvenes empujados de manera dramática y sin remisión a aceptar como deseables los planes de la infame agenda 2030 cuyo único objetivo es la formación de gleba acrítica pronta a ser estabulada mientras rumia mansamente el pienso del lema «no tendrás nada y serás feliz»: Sic Semper Tyrannis.
Asi, prorata( en proporción) caiga extendida ubi et orbi toda esa vacía felicidad sobre aquella canalla que luce el pin de la susodicha agenda en la solapa.
Let’s be careful out there