Saturn is fallen, am I too to fall?
Am I to leave this haven of my rest, This cradle of my glory, this soft clime, This calm luxuriance of blissful light, These crystalline pavilions, and pure fanes, Of all my lucent empire?
J,Keats
Paramenides named his gun The Hot Power of the Stars. His gun was one, uncreated, imperishable, timeless, changeless, perfect, spherical. Spherical was problem.
Anne Carson, The Presocratic Problem
Não conheço nenhuma» Gostosa» que pinte o cabelo de roxo, fúcsia ou verde (Nin medo, nin vergoña )
La definición de la palabra «río» hace de él un caudal de agua que termina en el mar.
Sin embargo, un día, un río se salió del mar para convertirse en afluente. Incluso intentó convertirse en fuente.
Es griego. Se llama Alfeo. Atraviesa el Peloponeso. Irriga la Élide. Luego serpentea por la Arcadia. Desemboca en el mar en Letrinos. Allí, Alfeo divisa a Artemisa, la diosa desnuda, la diosa que detesta el sexo de los hombres, la diosa más brutal de entre todos los dioses. Es la diosa salvaje de todos los animales salvajes. La desea al instante. De inmediato, la diosa se agacha, sumerge las manos en la desembocadura, se embadurna la cara y los pechos con el cieno. Por eso Alfeo no reconoce a la diosa cuando pasa por delante de ella; se lanza valerosamente al mar; se zambulle; nada; llega a la orilla más lejana. Se interna en la isla de Ortigia. Prosigue su curso, prolonga su deseo, se convierte en rio, luego en afluente, luego en arroyo, luego en fuente.
La búsqueda del resurgir. La búsqueda del amor. Volver a pertenecer a la tierra sucumbiendo a su nacimiento. Abandonar la ciudad, su muralla, todo su ser diabólico, su sedentarismo fúnebre. ¡Cómo me gustaría volver a entrar en el jardín del Edén! ¡Cómo desearía encontrar las dos fuentes de todos los seres antes de que confluyesen, antes de que se convirtiesen en cuatro como las estaciones! Unirme a la soledad amniótica, a su infancia, su odre, su unidad, su sombra.
Solo el río Alfeo, al contrario que el resto de ríos de la tierra, tuvo «fuerzas» para proseguir su recorrido de río más allá de su disolución en el mar donde se abalanzaba sin freno.
Es posible que todos los cuerpos animales, aviares, salvajes, humanos, tengan la memoria obnubilada por el recuerdo imposible de su origen acuoso, acuático, oceánico.
El origen es la pulsión misma, extraño fruto de las mareas.
El recorrido enajenado de los salmones desde el agua dulce hasta el mar, luego desde el océano hasta la fuente, desde las presas en cascada hasta el lugar del desove. ¿Dónde está mi origen? Existe una obligación de fuente donde morir.
Pascal Quignard, El hombre de las tres letras. Cap XII, El cuento de Alfeo
Quem é que consegue dormir quando ela está… a cem milhas de distância, ouço aquele vasto sopro a abanar as suas plataformas pesadas (Nin medo, nin vergoña)
Montados en la trepidante tecnología, que arrasa cada día años de certezas, nos acercamos a fronteras que Roentgen, el mago de los rayos X, ni siquiera hubiera podido soñar. Rondamos por los confines de tal modo que los ateos, siempre tuertos del ojo más necesario, se apresurarán a proclamar que ya hemos llegado al finisterre del cuerpo y no hemos encontrado alma alguna. ¡Ignoran que el alma no reside en la médula o el hígado sino que es una emoción del pensamiento, y en cuanto tal es invencible.
Cicatriz após cicatriz, os elos tilintam uma vez (Nin medo, nin vergoña)
Una débil luz, una iridiscencia, un claro en el océano, la potente luminosidad solar apoderándose de las olas. Al afilar la mirada recogemos los pedazos y reconocemos el cuerpo. Estamos desnudos. Queremos ir más allá de la desnudez. hacia el interior, hacia la entraña: en el átomo asoma nuestro rostro. Estamos desnudos. Queremos atravesar nuestra piel: en el universo se halla, después de todo, nuestro autorretrato.
Verse desnudo es un paso necesario. Y sin embargo, la desnudez, tanto la propia como la de los otros, juega un sinuoso papel en nuestras vidas. En el cuerpo a cuerpo de la desnudez apenas hay combates francos, puesto que lo que predomina aquí es la escaramuza, la incursión escrutadora, el duelo de siluetas, la nerviosa retirada hacia las trincheras de la ocultación.
Navegamos mãe num oceano sem navios. Piedade de nós, Piedade do oceano, nós navegamos ( Nin medo, nin vergoña)
Ahora me había tranquilizado. Ya nada me impulsaba a levantarme a medianoche. Ya no me consumía en mi propia llama.
Tranquilo y solo, ahora miraba al frente sin pasear la mirada por el pasado ni el futuro. Ya no acuciaban mi mente las cosas cercanas ni las lejanas. Y a los hombres, si no me obligaban a mirarlos, no los veía.
Antes, mi mente se figuraba a menudo este siglo como el tonel eternamente vacío de las Danaides, y mi alma se fundía en derroche de amor para llenar los huecos. Ahora ya no veía ningún hueco, ahora ya no me agobiaba el tedio vital.
Ahora no le decía nunca más a la flor: ¡eres mi hermana! Ni a las fuentes: ¡somos de la misma raza! Ahora le daba fielmente, como un eco, a cada cosa su nombre.
Friedrich Hölderlin, Hiperión
The skin covering our guns is composed of the most splendid fibers, interwoven and everywhere strewn with blood vessels and nerve endings in a remarkable way. Gun skin can be stretched miraculously and then tightened again.
Anne Carson, Linnaeus on Guns
La piel que cubre nuestras armas está hecha de esplendidas fibras, entretejidas y esparcidas por todos los vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas de forma admirable. La piel del arma puede tensarse milagrosamente y recogerse de nuevo
Hay una trama
Para qué sirve el hueco
Cuántas marcas
Cómo se ven
Importa el sexo
Y qué hay de la música
{( Hoxe e sempre: Abaixo o patriarcado capitalista e colonial) Nin medo, nin vergoña}
Le’ts be careful out there