«Tanto mas frecuentemente se impone una imagen a nuestra consideración, cuanto mayor es el número de imágenes a la que está unida»

Spinoza, Ética, proposición XIII

Un fotoensayo sobre el deseo que nace desde la plenitud

Musgo y espigas bajo roca, bosque autóctono, Terras do Miño. Junio de 2025.

En el rincón más callado del bosque, donde la sombra de una roca da cobijo sin reclamar protagonismo, se alzan estas espigas verdes como una afirmación. No se curvan por necesidad ni buscan lo que les falta. Crecen porque pueden. Porque la vida, cuando no está herida, tiende naturalmente a florecer.

Este es el deseo que brota desde la alegría: un impulso que no necesita del dolor para justificarse. No lucha, no arrastra; simplemente emerge, ligero y sereno donde el cielo no pesa y la tierra no reclama, se eleva sin esfuerzo—ni demasiada luz ni demasiada sombra, ni exceso ni escasez—, más fuerte, más firme, más duradero que el que nace del vacío.

La imagen lo dice sin palabras: el deseo alegre se eleva sin esfuerzo, como si el mundo mismo lo estuviera esperando.

Let´s be careful out there