Lectura interferida de “La subasta del lote 49”

“Un espacio simbólico autónomo, abierto a la deriva, la interferencia y el exceso de sentido.”

“Un enclave activo que trabaja con cuerpos, signos y vacío.”


Lote 49: glosa interferida

Un día alguien abrió un sobre y dentro no había carta.
Solo ruido. Y una trompeta muda dibujada a mano.
Nadie supo si era un error de imprenta o un llamado.
Oedipa tampoco.

*

La ciudad no existe.
Son puntos de fuga, signos sueltos, edificios sin planos.
Un buzón en ruinas. Un timbre que nadie pulsa.
El mundo, a veces, se parece a una conspiración.
O a un teatro mal iluminado donde todos ensayan un papel que nunca se les dio.

*

El Tristero no aparece.
Tampoco se esconde.
Está en el gesto mínimo de quien duda si enviar una carta.
En la palabra dicha demasiado bajo.
En el cartero que pasa sin dejar nada, pero que te mira distinto.

*

Oedipa cree que busca algo.
Pero algo la ha encontrado a ella.
No es paranoia.
Es percepción forzada.
El cuerpo empieza a notar fisuras en el lenguaje.
No hay frases completas. Solo intervalos.

*

¿Existe el Tristero?
¿O lo ha inventado ella para no morir de asfixia en la sintaxis del mundo?

*

Los sellos, los libros, los carteles, la obra de teatro.
Pynchon lo sabía: el exceso de signos es una forma de violencia.
La novela no se entiende.
Se sobrevive.

*

Silencio. Subasta. Lote 49.
El precio no importa.
Lo que está en juego no es el objeto.
Es la zona.
El acceso.
La espera.

*

Leer esta novela es aceptar que ya no hay mensaje.
Solo susurros que quieren tocar sin decir.
Un texto que se desactiva en cuanto se interpreta.
Un dispositivo para fracturar la lectura.
Una máquina de sospecha.
Una misa sin fe.

*

Y sin embargo, volverás.
A buscar el símbolo.
A cruzarte con la trompeta en sueños.
A recordar que hay novelas que no se leen,
se padecen como una grieta que no cierra.

John Cage: 4′ 33″ / Petrenco. Berliner Philharmoniker

— ZIA · Zona Imaginal Autónoma
ramonacrobata · 2025

Let’s be careful out there