[…] escutavas a crepitação dos dias na agenda de argolas, quantos faltam para que tudo acabe […]
Antonio Lobo Antunes, Comissão das lágrimas.
No hay nada … (…) Cuando la Tierra dé un chasquido en el espacio como una nuez seca, nuestras obras no añadirán un átomo a su polvo.
Emile Zola, La obra
«He aquí la magia del Arde Lvcvs, retroceder en el tiempo para disfrutar de nuestro legado cultural e histórico en primera persona. Sumérgete con nosotros en la vida de Lvcvs Avgvsti, destacada urbe y una de las capitales administrativas de la Gallaecia romana, y recorre su recinto amurallado, donde gozar de un pasado más vivo que nunca…», reza el anuncio. Semejante propuesta más que al goce invita a salir corriendo con la premura de Sebastian Coe pegado a una liebre.
La mamarrachada cuesta a las arcas municipales del Ayuntamiento de Lugo 270.000 €, 100.000 de los cuales, eso dicen, son fruto del patrocinio, como si no hubiese cuestión más grave en que gastarse los dineros públicos expoliados impúdicamente al lacayo contribuyente sino para «una fiesta de recreación histórica, con un componente identitario, patrimonial, de dinamismo cultural, lúdico y económico que la hacen absolutamente singular» que traducido y puesto al día no es otra cosa que un etílico aquelarre de finde pero «romanizado» sobre las consabidas falacias y chorradas de lo lúdico, lo mítico, lo sacrificial, y lo funeral.
El prestigio de la fiesta y de lo festivo se ha vuelto tan intocable, tan tabú como el prestigio del pueblo y lo popular. No se diría sino que una férrea ley del silencio prohíbe tratar de desvelar el lado oscurantista de las fiestas, lo que hay en ellas de represivo pacto inmemorial entre la desesperación y el conformismo, y que, a mi entender, podría dar razón del hecho de que en el síndrome festivo aparezca justamente la compulsión de la destrucción de bienes o el simple despilfarro, comportamientos, ambos, que deploro sobremanera, en la misma medida que lamento la ramplonería de las fiestas populares como el Arde Lucus
Si en el origen de la pasión por los actos, culturales o no, está la motivación interna del meritoriaje burocrático- puesto que el número y el brillo de los actos celebrados es siempre un tanto de valor visible y sólido en la columna del » haber» para el currículo de cualquier burócrata ( presentación en FITUR)- aun agrava el fenómeno la influencia de la publicidad ( la empresa ALSA activa un código con el 25% de descuento) . Y a esa influencia se halla especialmente expuesto todo lo que llamamos cultural. No hay más que ver lo bien que se aviene a aceptar una palabra congénitamente publicitaria como promoción: todo lo cultural resulta promocionado como el vago e incapaz bachiller lo es de curso.
La misma degenerativa y reductora concepción de la cultura está detrás del sonrojante eslogan » La cultura es una fiesta «que ha hecho tanta fortuna, del que nuestros» intelectuales orgánicos ediles » por lo visto son adictos convencidos.
Así, por si no bastaba el mimetismo con la mentalidad publicitara de las grandes marcas para hacer que en esta cena de Trimalción socialista lucense el mero gasto resulte por sí mismo , sin más, convalidado como atributo cierto del decoro y hasta ingrediente de la calidad, viene a sumársele en igual sentido, mediante la homologación de la cultura como fiesta , la compulsión hasta el despilfarro sin residuo, cimentada en los más torvos y oprimentes lastres del sospechoso espíritu festivo: panem et circenses.
Nadie crea que pretendo meterme en la morada interior de tan recios ediles progresistas: el vaivén íntimo de los espíritus es difícil de determinar, la intención de un individuo al realizar un acto es inasible. Pero sí quiero resaltar que la política cultural del Ayuntamiento lucense tiende a un populismo de la peor especie idealista. Se trata , según dicen, de» eliminar el elitismo» o de «promover el arte popular». ¿ De qué pueblo hablan?. Financiar espectáculos que rozan lo patológico con la excusa de que son populares oculta su incapacidad e impotencia para poner en pie una producción inteligente. Justificar el desatino ofreciendo «cifras récord de asistencia y ocupación hotelera » resulta grotesco .
[…] cheiros domésticos sublinhados por um arrastar de chinelos e eu não pessoa, uma voz na cabeça dela ou uma das criaturas que se amontoavam na praia aguardando que as levassem, pouca gente na Cadeia de São Paulo, uns militares, uns pretos, o pai e os colegas a queimarem papéis e o que fazer aos traidores que restavam, as cafeteiras velhas em cima dos armários que ao contrário do que pensava não existem só nos sonhos, estão ali afinal, tinha a certeza de tê-la oferecido e continua ali, de resis- tência queimada e bico torto mas ali, presente na nossa vida cheia de presenças em que não reparamos, uma fivela numa tacinha e o aparalápis da infância na gaveta, com um resto de madeira pegado à lâmina, que não nos atrevemos a soprar em homenagem ao que fomos um dia […]
Entre los»intelectuales orgánicos» independentistas que conozco, que a veces gustan entre cañas (caña va, caña viene) de proclamarse machadianos, o no han frecuentado mucho el aula de Mairena, o ya ( tantos textos abarrotan sus meninges) ni lo recuerdan.
Cuando Mairena expuso su proyecto ideal de centro de enseñanza, contraponía claramente una posible Escuela Superior de Sabiduría Popular, como lo rechazable, frente a una posible Escuela Popular de Sabiduría Superior, como lo deseable. Así que lo que Mairena propugnaba podría, muy ajustadamente, designarse como «elitismo barato», en el que, por afectar la baratija tan sólo a la actividad de la enseñanza, no al saber enseñado, la tal escuela podía permitirse concebir la aspiración de llegar algún día a hacer mayoritario ese saber. La política cultural del Ayuntamiento de Lugo ( como la del Gobierno de España) hace lo exactamente inverso al ‘elitismo barato de Mairena»: un populismo caro; mejor dicho, carísimo, ruinoso. Aunque, eso sí, «festivo y refrescante», sobre todo si en el concepto de «refrescos» entran también los vinos y gin toncis.
[…] a defender o louceiro e a neve do pisa-papéis dentro de ti sem fim, tanta palheta a rodar, tanto insulto, o director da Clínica, embora no outro lado da secretária de modo que não conseguias escutá-lo, escutavas a crepitação dos dias na agenda de argolas, quantos faltam para que tudo acabe […]
Ciertamente, que en esta edición, no puede negarse el desarrollo de acertadísimas y renovadas innovaciones como la iniciativa del Área de la mujer» de la colocación de «dos puestos morados» para prevenir agresiones machistas con dos psicólogas especialistas en género, número y caso que ya quisiera para sí Netanyahu en la franja de Gaza. Todo es poco a la hora de salvaguardar la virtud, la bolsa y la vida femeninas, y más con tantos moros y cristianos, agresivos gladiadores, y libertinos castrexos sueltos y sin vigilancia.
En ese punto lo dejo. Goebbles dijo aquello de que» cada vez que oigo la palabra cultura amartillo la pistola». Los socios progresistas del Ayuntamiento lucense ( no son en esto distintos al resto de administraciones) optan por extender un cheque en blanco al portador. Sinceramente, no sé qué es peor.
Let’s be careful out there